En un post anterior ya hemos hablado de su antigüedad, hoy nos centraremos en sus virtudes nutritivas. La cerveza es una bebida muy saludable, consumida con moderación. Se elabora mediante fermentación de malta (de cebada u otros cereales), agua, lúpulo y levadura. Contiene elementos muy beneficiosos para el organismo: sales minerales, fibra, ácido fólico, carbohidratos, micronutrientes y vitaminas (especialmente del grupo B). Todas estas características nos aportan beneficios para un equilibrio nervioso adecuado, favorecen la formación de hemoglobina y la disminución de homocisteína (factor de riesgo cardiovascular) y es rica en polifenoles (antioxidantes naturales que pueden prevenir el envejecimiento del organismo). Su escaso contenido en sodio hace que se pueda integrar en las dietas hiposódicas. Incluso en las dietas de adelgazamiento podemos optar por las light o sin alcohol.

Entre las más saludables, encontramos las cervezas artesanas, que están viviendo toda una revolución en nuestro país. Se elaboran únicamente con ingredientes naturales no filtrados ni pasteurizados, tal y como se hacía antaño. Los fabricantes de este tipo de cerveza, normalmente son pequeñas empresas muy comprometidas con la calidad y con el sabor artesano. A veces parecen más toscas o incluso pueden presentar un aspecto más turbio, pero el sabor y la textura que poseen reflejan su carácter particular.

Cada vez es más numerosa la cantidad de mini-fábricas que elaboran cerveza con métodos artesanales, como se refleja en nuestra selección de cervezas artesanas, que os animamos a probar.